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La necesidad de la búsqueda

Sigue el mal tiempo, olas y viento; estamos navegando por las costas francesas de la Bretagne, en estos momentos frente a la fortaleza de Saint-Malo... y me vienen al recuerdo el desembarco de los aliados en la Normandie, las novelas de corsarios de Arturo Pérez-Reverte o mi último viaje, hace unos años, con mi Pirin, recorriendo todo el Département Ille-et-Vilaine, visitando la Basílica de Saint-Sauver del Siglo XII, con su portentoso portal del XIX, donde está reunido el románico, gótico y barroco, sin olvidar la iglesia de Saint-Malo (siglo XV), el convento de los Franciscanos (siglo XII) y restaurado en el XIX, y nuestra inolvidable visita a Mont Saint Michel.

Siguiendo el hilo de mis dos anteriores comentarios, en los que reflexiono sobre el arte y los artistas, quiero que quede “muy” bien claro que estoy completamente de acuerdo, -es más, es necesario- en hablar de arte; en fin, hacer todo lo necesario para que el arte, que va unido a la humanidad desde sus principios, no pierda el protagonismo que siempre debe tener para ayudar a mantener viva la llama del espíritu, para ayudar a buscar lo divino en lo humano, para ayudar a buscar tu alma en tu cuerpo.

En esa búsqueda de la unión del hombre con su Creador... unión de amor con Dios, en esa búsqueda el verdadero artista es el que se expresa con sus medios, porque siente esa necesidad y NO para comunicar sus propios sentimientos, NO para denunciar la crueldad y la injusticia, NO para idealizar o criminalizar ciertas políticas, NO para lanzar su mensaje, NO porque tiene que vivir de ello, SINO... porque tiene que hacerlo, porque siente una necesidad interior que le impulsa a expresarse; y en esa libertad y necesidad imperiosa está el camino que le lleva a lo humano, a estar más cerca de lo divino.

Jorge Rando, La Bretagne, mayo 2007